Las dos rosas ii. el destino de la corona by Sandra Worth

autor:Sandra Worth [Worth, Sandra]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: - Divers
publicado: 2011-07-20T20:51:54+00:00

Ana se reunió con él en el patio de Middleham.

—¿Qué ocurre, mi señor? —le preguntó, tomándolo del brazo y conduciéndolo al interior de la torre del homenaje. El meneó la cabeza, incapaz de hablar. Una vez en su cámara, Ana despachó al escudero de Ricardo y ella misma le quitó las botas. Trajeron una tina y la colocaron frente a la chimenea. Ana lo ayudó a meterse en ella. Ricardo se sentó desnudo en un taburete mientras ella le enjabonaba suavemente el cuerpo con una esponja. Después de secarlo lo ayudó a ponerse una túnica de alcoba de lana y los sirvientes se llevaron la tina. Ana lo condujo al camastro cubierto de seda, colocó los almohadones para que resultaran cómodos y le sirvió el vino y unos dulces de una bandeja de plata.

—Ahora decidme qué es lo que os preocupa, Ricardo.

—Es Eduardo —respondió con abatimiento—. La pérdida de Borgoña prácticamente lo ha destruido. Nunca volverá a ver el oro de Luis ni el comercio de Borgoña. Y Luis desairó a la princesa Isabel delante del mundo. Ha sido un duro golpe.

Ana le apartó el cabello húmedo de la frente a Ricardo.

—Pero os tiene a vos para ayudarle a recuperarse, querido.

—Me temo que nunca se recuperará —murmuró Ricardo—. Está enfermo, Ana.

Ana agachó la cabeza. Él le dio un beso en la frente.

—Ana... Me ofreció como recompensa cualquier cosa que quisiera.

—¿Cualquier cosa?

—¿Vos qué pediríais, Ana, si pudierais tener cualquier cosa?

Ella se quedó mirando el fuego con añoranza.

—Os pediría a vos. Y a Ned. Y pediría quedarme aquí en el norte para siempre. Y no tener que volver a Londres nunca, no tener que volver a ver la corte, no tener que ver nunca más a los Woodville.

—Sí —murmuró Ricardo—. Sí.

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